martes, 29 de julio de 2008

Haciendo un chiste absurdo (y III)

Bueno, hora de revelar el misterio.

El entintado final ha sido con Pilot V5 y un poco de Pentel. El lavado ha sido a base de Wacom, pinceles de acuarela gratuitos y Photoshop. No estoy muy conforme con el acabado final pero es la primera vez que hago algo así y, creedme, hacerlo con lápiz de grafito queda peor.

Aquí tenéis el acabado sin trampa ni cartón, directamente del cuaderno de bocetos.


No me ha convencido la rotulación manual, así que opto por una rotulación mecánica. Creo que queda bien enfocada la carta, separado el soldado del fondo y bien la expresión.

Ahora la pregunta crucial.

¿Es gracioso?

Vosotros diréis.

viernes, 25 de julio de 2008

Haciendo un chiste absurdo (II)

Vamos a currarnos un poco la expresión. Ha de estar perplejo, no sorprendido en plan caída de mandíbula Warner Bros.
Bien, después de la hora de comer, me queda un poquito más claro. Un simple portaminas con mina azul y un Pilot V5.
Ya empieza a gustarme la expresión y la composición. Tengo que currarme un poco más la trinchera.

Para el enfoque, voy a probar a poner el uniforme en gris, dejando el fondo en blanco. La carta también en blanco, que destaque del tramado de las maderas de estibar.

lunes, 21 de julio de 2008

Haciendo un chiste absurdo (I)

Como ya dije, uno de los mecanismos para provocar la risa es el absurdo. Algo que esté totalmente fuera de contexto con la situación dibujada, por ejemplo. Vamos por pasos.

1. La idea.
De dónde te sale la idea es algo difícil de definir (si no imposible). Por ejemplo, si alguien cuenta un chiste, yo tiendo a recordar otro de temática similar. En éste caso, he de admitir que la idea me viene de un trabajo de Bill Tidy que me gustó hace tiempo:

La idea me surge por el ambiente (soldados) y por el hecho de leer un parte o telegrama. Bien, la idea es un soldado que recibe una carta fuera de lugar. Permitid que me reserve el texto para el final.

2. Soporte.
Viñeta con pie. Los chistes con pie son muy populares en las revistas internacionales, ya que permiten que cada editor emplee la tipografía más adecuada a la revista en la que se inserte el chiste. Además, un chiste con pie tiene una lectura diferente, ya que el lector muchas veces "lee" con la siguiente secuencia:
  1. Dibujo. El lector capta la escena sin entretenerse con el texto.
  2. Pie. El lector lee la frase, pero es raro que la interprete en su conjunto (en especial en ilustraciones más elaboradas), normalmente...
  3. Vuelve al dibujo para captarlo todo entero, o incluso algún matiz que se le ha escapado. Ahora ya tiene todos los elementos.
El chiste gráfico siempre es un pequeño acertijo, le das las pistas al lector y esperas que junte las piezas. Personalmente, el chiste con pie me parece más elegante.


3. El ambiente.

El empleo de soldados no modernos, permite que el hecho de la guerra (que no tiene nada de risible) pueda ser tomado con algo de distancia por los lectores y así, poderse reír de una situación. Vamos a la I Guerra Mundial, me gusta la idea de meter al soldado en una trinchera. Por motivos que se entenderán cuando desvele la frase (por Dios, espero que les resulte graciosos el chiste que voy a abrir en canal), elijo un soldado británico.

Ahora le tengo que contar a los lectores todo eso. ¿Cómo reconocer al soldado? Pues por el fusil Lee-Enfield (nota mental: no todo el mundo es un pirado de las armas). Por el casco. Busco documentación de soldados, trincheras y la Gran Guerra. Tomo nota de los rasgos distintivos: correajes, legins, casco. Sobre la trinchera: el modo de entibar los muros.


Boceto número 1.
Aíslo al bigotes de la primera foto, pero no me acaba de convencer el boceto. No sé si es la composición o el foco lo que noto fuera de lugar. He de guiar la mirada del lector a la carta, y aparece demasiado pequeñaja. ¿Uso un tramado, grises planos, o me meto con la wacom y le meto un lavado tipo aguada?

Seguiremos informando.

jueves, 17 de julio de 2008

Cómo sacar ideas (I): los temas recurrentes

Lo bueno de los temas recurrentes, es que el escenario prácticamente está ya pensado, pero las múltiples combinaciones aún son posibles.

Uno de los temas más recurrentes en el humor gráfico, son el Cielo y el Infierno. Para sacar un buen chiste de ese tema, aplíquese la fórmula de Tobio hacer cotidiano lo extraordinario y extraordinario lo cotidiano.

Se han hecho miles (¿millones?) de chistes sobre el tema. Si bien roza el humor negro (los protagonistas están muertos), se trata de un tópico que la mayoría de los lectores no encontrarán ofensivo.

La Puerta del Cielo es un cliché, pero qué bien llevado por Jeremy Banks Banx, 1982.
¡Otra vez esos putos agnósticos llamando al timbre!

Si ahora juntamos Infierno + Fausto + Vida moderna, Stan Eales, 1990, saca ésto:
Creo que hay algún error: todavía le debo mi alma a la hipoteca.

¿Y qué tal mezclar la oficina y el jefe controlador?
Es tu jefe. Quiere saber por qué no has ido a trabajar hoy.

El tema Cielo/Infierno es muy práctico -y sobado- cuando muere una figura pública. Y Sadam Hussein tuvo una buena ración.

sábado, 12 de julio de 2008

Un poco de teoría

Hay una serie de reflexiones y materiales propios que voy colgando en el foro de Artbox. Los iré publicando aquí, pero las contribuciones de los otros foreros están en éste hilo. Os recomiendo visitarlo para ver dichas aportaciones.

En una clasificación personal, y por orden de importancia, yo diferencio entre mecanismos, temas, géneros, estilos y soportes. Mecanismos es cómo se produce el chiste. Tema es la ambientación del mismo. Estilo es el modo que tiene el humorista de plasmar lo anterior. En otras disciplinas, el estilo puede tener un papel fundamental, pero en el chiste gráfico, no. El estilo está al servicio del humor. Lo que queremos es la risa (ojalá) o la sonrisa del lector.

Mecanismos
  1. La exageración.
  2. La frase hecha.
  3. El contraste.
  4. La negación de lo obvio.
  5. El absurdo.
  6. Los estereotipos.

Temas o ambientes
Aquí no hay reglas. Si bien existen temas estereotipados (náufragos en la isla desierta, matrimonios de mediana edad) las combinaciones de mecanismos y temas siguen produciendo chistes a diario (menos mal). Por ejemplo:
  1. El chiste editorial. Se trata de chistes de carácter fundamentalmente de carácter político o de actualidad para publicar en la prensa diaria.
  2. El chiste filosófico/reflexivo. No hay que pasarse de "inteligente" o el lector puede pensar que le tomas por bobo. Aunque lo sea.
  3. Los de vaqueros.
  4. La guerra de los sexos.
  5. La guerra y los soldados.

Géneros
  1. Humor negro. Terreno resbaladizo, en el que es difícil mantener el buen gusto.
  2. Humor erótico, picante o verde. La sal gruesa, vamos.
  3. Humor blanco. Es el que suele ir desprovisto de malicia.

Soportes
  1. Viñeta. Es el soporte más difícil. Hay que condensar todo lo que has de contar en uno solo cuadro, para lo que el equilibrio es fundamental entre dibujo y texto. El ritmo lo has de imponer con el estilo elegido.
  2. Tira. Los americanos diferencian la tira de 3/4 viñetas de la tira dominical de tamaño 2 tiras superpuestas, o incluso media página. El ritmo básico es planteamiento, nudo y desenlace (3 viñetas).
  3. Página.
¿Todo ésto está muy bien, pero cómo se hace un chiste?

Como he dicho antes, lo fundamental es la idea. Una idea ingeniosa ejecutada con una técnica pobre es mucho más efectiva humorísticamente hablando que una idea pobre realizada con una técnica depurada. Personalmente, tengo la cabeza bullendo todo el puñetero día. A determinadas horas, hago un poco de divagación controlada. La idea puede surgir del dibujo o a la inversa. Hace un tiempo, encontré una aplicación en internet que (en teoría) facilita la creatividad. Se trata de juntar una imagen y una situación dispares y ver qué sale.

Otras citas

Cito de memoria a Álvaro de LaIglesia: un buen humorista sólo ha de estar triste si le piden sustituir al protagonista de Boris Godunov y está afónico.

Y otra cita del mundo del cuadrilátero:
Bert Sugar: ¿Sabes que eres el boxeador al que han noqueado más veces en la historia?
Floyd Patterson: Sí, pero me he levantado más veces que nadie.

¡No todo van a ser cosas tristes!