El mundo del cómic es, a menudo, objeto de desprecio por parte de quien ni está en él, ni se ha acercado al mismo. Ya desde el infausto senador McCarthy, una serie de personas públicas se permiten despreciarlo en pro del beneficio social. En fecha reciente, el escritor español Vicente Molina Foix —perdonad que no le enlace, pero es que no quiero que se beneficie de tráfico en su red— se permitió hacer unas declaraciones despectivas sobre el tema. Así que es agradable leer a todo un Académico de la Lengua, referirse a la historieta humorística de Töpffer en los siguientes términos: El dibujo tenía la gracia que le pueda imprimir un intelectual humorista, que se expresa apresuradamente y con habilidad para el dibujo, lejos de ser un Durero, sino un simple particular, observador y filosófico, que se ríe del absurdo de las sociedades y las costumbres. El artículo se llama Tiempo de cómics, escrito por Francisco Nieva.
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