domingo, 17 de junio de 2012

Memes

Hace tiempo que veo una serie de tiras simples, generadas por ordenador en las que se juega con una serie de rostros predefinidos. Puesto a investigar el tema, descubro que en inglés se denominan rage comics.

Al parecer, se trata de historietas realizadas empleando programas de ordenador muy sencillos como el Paint. El juego de caras se va completando poco a poco gracias a la contribución de los diferentes colaboradores que van creando las historietas. Se trata de unos chistes ciertamente repetitivos (personalmente no les veo gran gracia a la mayoría, por no decir que son más malos que el sebo) y con una popularidad que se nutre de reenvíos múltiples y repeticiones en redes sociales, foros y listas de correo. Me hago eco del fenómeno por el hecho de ser popular y realizado con múltiples contribuciones.

Los motivational posters son unos carteles "motivadores" pensados para escuelas y oficinas anglosajonas con el fin de mejorar la productividad o proporcionar un punto de vista diferente al habitual. Dada su popularidad, se ha producido una reacción humorística que genera los denominados demotivational posters. Se trata de imitar los carteles "oficiales" empleando fotografías curiosas que combinen bien con un pie de chiste.


El nivel de ingenio de los carteles me parece superior a los rage comics. En primer lugar, no se trata de una serie más o menos limitada de imágenes, sino de un estilo a la hora de presentarlas: fondo negro, marco blanco, una palabra con un tipo de fuente grande y la frase ingeniosa o punchline que remata todo lo anterior: (el) DESEMPLEO jode cuando tu trabajo ha volado por los aires.
Simplificando la presentación anterior, es más reciente emplear una fotografía con un texto en la parte superior y otro en la inferior, empleando el clásico planteamiento-nudo-desenlace en el que la imagen es el nudo de la historia.


Preocupada por las hormonas en la leche...toma ácido de desconocidos. Una fotografía que en principio no nos dice nada, puede ser empleada como cliché para construir un chiste político.

1 comentario:

SANTIAGO dijo...

Interesante fenómeno los rage comics, pero para mí son más malos los dibujos que los chistes (feísmo feo). Interesante ver cómo algo que está en la red solo por ser repetido muchísimas veces termina siendo aceptado, o apreciado o valorado.
No sabía que hasta España habían llegado (o al revés: que hasta Colombia llegaron), invaden perfiles, muros y correos y son muy populares entre los jóvenes.
Siempre me he preguntado quién es el autor de tales obras, o si son varios autores, y sobre todo de qué viven si a día suben dos o tres chistes sin firma de autor ni crédito.