Más de uno sabrá que las técnicas de "salpicado" a la hora de entintar se hacen con un cepillo de dientes. O que determinados "manchados" se pueden conseguir con una esponja. Ahora voy a hablar de reciclar.
Por ejemplo: los pañuelos de algodón. Yo los usé durante años, y llevaba uno en mis bolsillos. Ahora con el auge de los pañuelos de papel, han quedado algo descartados. Pero los conservo. Se trata de tejidos de algodón de buena calidad, que no sueltan hebras. Son ideales para limpiar tinta de las estilográficas, retirar gotas de tinta de la mesa, eliminar el exceso de tinta de un pincel, etc. Hace años que uso el mismo pañuelo, cuando empezó a deshilacharse por uno de los bordes (no le saco una foto para que no me llaméis guarro). Tengo un surtido de pañuelos guardados para ese menester.
Cepillos de dientes. Los cepillos de dientes eléctricos van ganando adeptos cada día. Sus cabezales cuestan —normalmente— un ojo de la cara, y no los sueles tirar hasta que el cepillo más parece una escoba. Bien. Una vez desechado el cepillo para la higiene bucal y tras un paso por el lavavajillas para eliminar restos de pasta, es excelente para la limpieza de piezas pequeñas como plumillas —en mi caso lo uso hasta para limpiar el puente de las gafas. Se le engancha a su batería, y ale, a darle 300 rpms.
¿Qué recicláis vosotros, amables lectores?
2 comentarios:
Ah... cepillos de dientes... XD
Tendrías que ver el mío, el que habitualmente hace mis salpicaduras (tiene tanta roña que ya las hace solas... XDDDD).
Por cierto, te llevo mi mail con el truco del almendruco de las paletas de color??
Me llegó, me llegó... tengo que darle forma y ponerlo en cola de actualizaciones
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