sábado, 1 de mayo de 2010

Los límites del humor gráfico

En fechas recientes, un querido colega tuvo un problema acerca de sus viñetas. Naturalmente, le mostré mi solidaridad ya que entendí que en cualquier momento me podría tocar a mí. Y así ha sido.

Manuel J. Herrera ha presentado su tesis y la ha hecho pública para que pueda leerse libremente: . ¿Hay libertad de expresión en el humor gráfico español? ¿dónde está el límite? No olvidemos que los humoristas gráficos suelen estar en el punto de mira de aquellos a quienes critican.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En países como España donde existe una democracia y libertad de expresión (Venezuela es otro cantar) el límite está en el respeto y la educación, y en no caer en injurias por aquello de dejarse llevar por el chiste. Pero En España, caso particular,el problema está en la "politicamentecorrectitis" que se padece de un tiempo a esta parte. Una sociedad que está permanentemente pendiente de todo lo que se hace, se dice y de que todo sea según ese innsano concepto de lo políticamente correcto resulta un muy mal contexto para el humor gráfico. Ya no se ven las viñetas para echarse una risa, o para hacer una reflexión o para conocer otro punto de vista sobre un tema. No. Ahora se miran para que nos digan justo lo que estamos pensando, y bien dicho sin estridencias ni nada que se salga de ese guión, si es así pues ponemos a parir o denunciamos al que la hizo que para eso vivimos en una democracia. ¿Enfermizo?. Ya te digo, pero nadie a dicho que esta sea una democracia y sociedad sanas. O por lo menos así lo veo yo....

Un saludo¡¡

chanománino dijo...

No lo había pensado antes, pero no creo que los límites y el humor gráfico hagan muy buenas migas.

josembielza dijo...

Pues sí, a menudo lo que quiere el lector es la palmadita psicológica en la espalda. Y suele desahogarse con los que no piensan igual.

Es verdad que los humoristas siempre intentan ensanchar los límites. Se raya en el mal gusto, o se bordea el delito incluso en los países más libres y tolerantes.

Pero eso es así desde la época de los bufones. Los únicos que le podían decir la verdad al rey a la cara, sin temor a ser castigados por ello, aunque a veces sí recibieran el castigo.

Nuestros reyes son los lectores.

DGV dijo...

El humor gráfico y sus límites... el eterno debate. Yo, por mi parte, lo tengo claro: los límites los ponemos nosotros, y punto. ;)